La experiencia de Viktor de estudiar en Japón

Viktor

Viktor estudia en la Escuela de negocios de Gotemburgo. Tiene que controlar su sangre: si está muy líquida, se puede desangrar, y si está muy espesa, se le pueden formar coágulos. Toma warfarina. Su estancia en Japón fue posible gracias al dispositivo de autocontrol CoaguChek. Esta es la historia de Viktor:

Oí hablar de CoaguChek a través de unos amigos de mis padres, que descubrieron el dispositivo a través de su trabajo. Investigué en Internet hasta que lo encontré.

Me hospitalizaron en Lund hace dos años y medio y los médicos descubrieron que tenía un tumor que bloqueaba una arteria importante. Con el paso del tiempo, este tumor había ido creciendo y bloqueando poco a poco la arteria. Mi cuerpo encontró otras vías (arterias colaterales) para que me llegara la sangre al corazón. Resultó que era propenso a la formación de coágulos y tenía varios en ambos muslos y en la arteria. Por lo tanto, este tratamiento con warfarina es de por vida y es el motivo por el que todas las semanas me hago pruebas P-K. Además, tengo diabetes, motivo por el cual me hago esas pruebas con tanta frecuencia.

Estudio administración de empresas y mi carrera tiene una especialidad en Japón. El programa incluye una visita a Japón durante el tercer trimestre y una estancia de 3 meses durante el cuarto trimestre, que incluye estudiar en Sapporo (la quinta ciudad más grande de Japón). En cuanto llegué a Japón, quise saber si había un hospital cerca de donde iba a estar y qué hacer en caso de que pasara algo.

Barreras del lenguaje

Lo primero que leí en un folleto informativo y que, más tarde, me confirmaron unos compañeros de clase fue que en el hospital no podías apañártelas sólo con el inglés. Hay que describir los síntomas y el tratamiento en japonés. Si piensas que los médicos japoneses saben hablar inglés, te puedo asegurar que no es verdad. Además, hay que pagar cada consulta (y el coste es elevado). Tenía poco dinero para gastar durante la estancia aunque, al volver a casa, pudiera reclamar esos gastos a la aseguradora.

Además, todos los días había charlas y cada ausencia restaba puntos en el examen. A pesar de que nadie faltó nunca a las charlas, yo hubiera tenido que hacerlo de no ser por el CoaguChek.

Además, hubiera tenido que pagar el viaje a Sapporo (a 45 minutos), buscar un hospital, esperar y, a continuación, encontrar a algún japonés que hablara japonés e inglés para explicarme lo que tenía que hacer. Y hubiera tenido que hacerlo todas las semanas. Sin el dispositivo CoaguChek, me hubiera sido posible viajar a Japón pero los problemas con la prueba semanal P-K hubieran sido interminables. Después de realizar la prueba, hubiera tenido que ir al hospital de Sapporo para enviar las pruebas a mi hospital de siempre y, después, ellos me hubieran enviado de vuelta los resultados. Y para cuando hubiera recibido los resultados, sería el momento de la siguiente prueba. Ahora, sin embargo, tengo la respuesta directamente.

Necesidad de información fiable

Me resultó muy complicado conseguir el CoaguChek. El personal de la unidad del hospital me prometió que todos los hospitales japoneses donde se hablaba inglés sabían qué tipo de prueba me tenían que realizar si les enseñaba el volante de la prueba (que, en teoría, es internacional). Sin embargo, descubrí que no era cierto. No me parece bien que el personal del hospital dé ese tipo de información tan delicada cuando no tiene ninguna base para ello.

En la actualidad, sigo estudiando empresariales y trabajo en una pequeña tienda de diseño. Estudio a jornada completa en la escuela y trabajo unas 20 horas semanales. El único sitio donde se hacen pruebas P-K es en una unidad especializada de mi hospital, a las afueras de la ciudad. No podía hacerme las pruebas en la misma ciudad, lo que me pillaría más cerca. La unidad que realiza las pruebas P-K está abierta de lunes a viernes de 09.00 h a 15.00 h. Un horario que me viene muy mal. Para llegar allí, tendría que sacrificar un día de clase o de trabajo a la semana. Tardo 15 minutos en llegar al hospital Sahlgrenska en tranvía. Y, al llegar, hubiera tenido que esperar unos 45 minutos hasta que me atendieran. La prueba tarda, como mucho, 2 minutos. Ahora que tengo el dispositivo CoaguChek, puedo hacerme la prueba en casa o en el trabajo.

Así que he ganado medio día a la semana.

Autor: Viktor