Entrevista con Belén Tarrat, psicóloga

Belén Tarrat
Belén Tarrat (© Privado)

Sabemos que en tu trabajo diario junto a los niños con cardiopatías congénitas das mucha importancia al tema educativo. ¿Por qué es tan relevante?

La escuela es uno de los lugares clave para los niños, ya que durante su infancia pasan más tiempo en el colegio que en casa. Por ello, es fundamental que, cuando en ciertos niños exista una situación que les diferencie de los demás, como puede ser una cardiopatía, los colegios estén preparados para afrontarla.

¿Podrías describir con mayor detalle la situación a la que te refieres?

El problema principal que encontramos en los niños con cardiopatías congénitas es el absentismo escolar causado por las largas estancias hospitalarias. Se trata de una situación difícil tanto para los padres como para los profesores y depende de cómo ellos lo resuelvan conjuntamente para que sea lo menos perjudicial posible para los menores.

Cuando los niños están hospitalizados, muchos padres relegan al colegio a un segundo plano. Ellos están preocupados porque la intervención salga bien y sólo piensan en que su hijo se recupere. Nadie les enseña que, en esa recuperación, hay una parte muy importante a tener en cuenta y es que el niño siga vinculado a su vida cotidiana. Si pensamos en el caso de personas mayores que deben afrontar una enfermedad, la gran mayoría sigue trabajando durante los largos tratamientos, ya que les aporta dinamismo, actividad y les anima a seguir luchando. ¿Por qué no lo vemos de manera similar en el caso de los niños? Muchas veces decimos: “Total, el año que pierda en la escuela, ya lo recuperará”. Pero, hay que saber que, si el niño pierde un año escolar, también deja atrás a sus amigos y otras muchas cosas. Esto puede causarle un retraso en su evolución educativa, además de afectarle anímicamente. Ante esta situación, es necesario actuar consecuentemente y conseguir que el niño reciba apoyo escolar tanto del colegio como del aula hospitalaria.

¿Crees que los colegios están preparados para afrontar dicha situación?

Muchos centros educativos no están preparados y son numerosos los detalles que deben tratar. Por un lado, la familia; por otro, su historia curricular, la preparación de la clase, la comunicación con sus compañeros, la coordinación con las aulas hospitalarias o con los servicios de atención domiciliaria… Además, muchas veces los padres tienen miedo al rechazo y evitan dar información a la escuela. De ahí que yo, como psicóloga, actúe, a menudo, como intermediaria entre los padres y el colegio para que haya una comunicación fluida entre ellos.   

Además del absentismo escolar, ¿qué otros problemas son frecuentes en el entorno educativo de los niños cardiópatas y qué repercusiones tienen?

Junto al absentismo escolar, otro problema de gran incidencia en estos pequeños es la discriminación, que se genera fundamentalmente con ciertas actividades, como las deportivas. Muchos colegios ponen límites excesivos a los niños cardiópatas, a la hora de practicar ejercicio físico, por miedo o desconocimiento. Esto influye en la autoestima del niño y en su relación con los compañeros de clase. En este caso, es importante que los padres hablen con el profesor de educación física para que el pequeño pueda desarrollar una actividad física más controlada, pero sin sentirse diferente a sus compañeros, ya que la diferencia puede provocar un problema añadido de integración social.         

¿Has detectado otros problemas escolares en los niños y adolescentes cardiópatas que has tratado?

En los primeros años escolares, los principales problemas son, aparte del absentismo, los conflictos derivados de la hiperactividad y la falta de atención, además de los problemas relacionados con la conducta. A medida que los niños crecen y, sobre todo, en las etapas de pre-adolescencia y adolescencia, los mayores problemas escolares que surgen son los causados por la desmotivación o las conductas desafiantes. La falta de integración social (expresada en las difíciles relaciones con los compañeros) y el fracaso escolar son otros problemas que pueden surgir en los niños y adolescentes con cardiopatías congénitas.

¿Son estos problemas más frecuentes en niños y adolescentes cardiópatas?

Aunque no se puede asegurar que estos problemas aparezcan con mayor frecuencia en niños y adolescentes con esta dolencia que en el resto, sí se puede constatar que el absentismo escolar y la discriminación influyen directamente en la aparición de estos problemas, principalmente en aquellos que tienen que ver con la desmotivación y la integración social.

¿Cómo pueden afectar los problemas escolares al futuro educativo y laboral de los niños cardiópatas?

Los problemas escolares de los niños y adolescentes cardiópatas se pueden solucionar, por lo que todos los agentes implicados (familia, profesores del colegio, compañeros y docentes hospitalarios) han de trabajar, primero, en la prevención de esos problemas y, en segundo lugar, en la detección de los mismos y en su adecuado tratamiento. Todo ello con el fin de que estos menores puedan alcanzar una vida normalizada y no tengan dificultades laborales en el futuro.

¿Cuál es el mensaje que transmitiría a las personas involucradas en el éxito escolar del niño cardiópata?

Los padres, médicos y profesores han de concienciarse de que, aunque el niño esté ausente de la escuela, éste debe estudiar y conseguir sacar su curso, ya que su salud psicológica va a depender mucho de cómo siga el ritmo de sus compañeros. Además, es importante no caer en la tentación de sobreproteger al pequeño, tanto por parte de los padres como de los profesores.

La educación muchas veces esta condicionada por las situaciones críticas a nivel médico que han podido vivir los niños y esto condiciona el trato de los progenitores hacia ellos. Los padres, a veces, son más permisivos con ciertas cosas como las obligaciones escolares y menos con otras que les producen miedos. Por ejemplo, en el caso de los adolescentes, los padres llevan peor la época de sus hijos cuando éstos empiezan a salir con los amigos, ir a la discoteca, etc., que cuando sus resultados académicos no son los esperados.

Para mí, una parte esencial en el buen desarrollo escolar del niño depende de la actitud de los padres. Es importante analizar cómo transmiten la enfermedad en el colegio, la seguridad que muestran hacia los profesores, las obligaciones escolares que demandan a sus hijos y el grado de protección que ejercen sobre ellos.

Sobre Belén Tarrat

Belén Tarrat es licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid (España) y ha completado un Master de Psico-Oncología en este mismo centro universitario. Además, ha realizado numerosos cursos relacionados con la intervención con menores y pacientes con enfermedades graves. Su participación como voluntaria y profesional en organizaciones no lucrativas ha sido constante. Ha trabajado en distintos hospitales dentro de la unidad de hemato-oncología pediátrica y con menores en riesgo con la Fundación Tomillo. Desde abril de 2007 ejerce como psicóloga de la Fundación Menudos Corazones, en la que realiza un trabajo de intervención psicológica con niños con cardiopatías congénitas y sus familiares. Además, ha impartido distintos cursos de formación, charlas y ponencias como profesional de la psicología.

Autor(es): Montse Mireles
Última actualización: 2008-09-22

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