Los sonidos del corazón: auscultación cardiaca con un estetoscopio

Introducción: el estetoscopio

Seguro que alguna vez habéis visto un estetoscopio en la consulta de vuestro médico de cabecera. Se trata de un aparato barato, no invasivo y fácil de usar, es una de las herramientas más comunes en las prácticas médicas y sirve para examinar el sistema respiratorio y cardiovascular (esto es, los pulmones y el corazón).

Auscultación cardiaca

Normalmente, la auscultación cardiaca es la primera prueba que pone de manifiesto indicios de una cardiopatía congénita subyacente. Al colocar el estetoscopio en el pecho y la espalda, el médico puede escuchar los latidos del corazón.

Los sonidos de un corazón sano

Todo corazón produce sonidos rítmicos muy característicos: cada latido de un corazón sano está compuesto por dos sonidos cuyas onomatopeyas habituales son “lub” (primer sonido) y “dub” (segundo sonido). Estos sonidos se generan cuando las válvulas cardiacas se cierran y la sangre fluye por el corazón.

Soplos cardiacos sin importancia

En ocasiones, además de los latidos normales del corazón, se pueden advertir otros sonidos denominados soplos cardiacos. No obstante, la detección de soplos cardiacos no tiene por qué ser un indicio negativo, ya que existen soplos benignos que carecen de importancia. Estos pueden estar provocados, por ejemplo, por la posición del bebé durante la prueba o por su frecuencia cardiaca. Se calcula que alrededor del 50% de los neonatos y niños pequeños presentan un soplo cardiaco que, en su mayoría, desaparece con el paso del tiempo.

Soplos cardiacos significativos

No obstante, los soplos cardiacos también pueden darse por un flujo sanguíneo anómalo causado por ciertas malformaciones cardiacas congénitas. Por ejemplo, cabe la posibilidad de que el flujo sanguíneo a través de una válvula se vea restringido (estenosis) o de que la válvula no cierre adecuadamente (insuficiencia). Esto puede provocar alteraciones o hacer que la sangre fluya por los conductos equivocados.

Incluso aunque los soplos estén provocados por una cardiopatía subyacente, no tienen por qué estar asociados automáticamente a otros síntomas. Sin embargo, existen síntomas que indican su presencia, como el dolor en el pecho, las alteraciones del ritmo cardiaco, la falta de aliento, la fatiga o, en casos más graves, la cianosis. No todas las cardiopatías congénitas generan sonidos anómalos audibles con un estetoscopio. Sorprendentemente, los casos más complejos no suelen provocar sonido alguno.

Otras pruebas para confirmar el diagnóstico

Todos los pacientes con un soplo cardiaco han de someterse a otras pruebas para confirmar la importancia del mismo. Aunque los médicos con experiencia (por ejemplo, los cardiólogos pediátricos) puedan ser capaces de distinguir entre los soplos benignos y los significativos e incluso sugerir el tipo de defecto latente y su ubicación, resulta fundamental realizar otras pruebas para obtener un diagnóstico firme y examinar más detalladamente el corazón y todo lo que le rodea. Lo más probable es que, entre estas otras pruebas, se encuentre el electrocardiograma (ECG) y la ecocardiografía.

Autor(es): Eva Niggemeyer
Revisado por: Dr. Petra Böttler
Última actualización: 2008-09-23