Enfermedad de Kawasaki

¿Qué es?

(© Competence Network for Congenital Heart Defects)

La enfermedad de Kawasaki recibe el nombre del Dr. Tomisaku Kawasaki, médico japonés que identificó la enfermedad en 1967.  

La enfermedad de Kawasaki se caracteriza por fiebre alta y glándulas linfáticas y vasos sanguíneos inflamados. Además, puede dañar el corazón. La enfermedad de Kawasaki afecta más a los niños que a las niñas y se observa fundamentalmente en niños menores de 5 años.

Cómo afecta al corazón

La enfermedad de Kawasaki puede afectar al corazón de alguna de las siguientes formas:

  • Aneurismas de la arteria coronaria.
  • Filtraciones de las válvulas.
  • Acumulación de fluidos alrededor del corazón (llamada efusión pericardial).

La complicación más grave de las anteriormente mencionadas son los aneurismas de la arteria coronaria. Las arterias coronarias son los vasos sanguíneos que transportan sangre oxigenada al músculo del corazón. Un aneurisma es una dilatación de un sector de un vaso sanguíneo.
Cuando una arteria se dilata (más de lo normal), la sangre circula más despacio porque se encuentra a un presión más baja. El cambio de presión y de velocidad facilita la formación de coágulos, lo que puede provocar infartos.

Con el tiempo, los aneurismas de la arteria coronaria se pueden curar. Llegado ese momento, también puede haber problemas ya que las zonas curadas pueden ser más estrechas que el resto de la arteria (estenosis).

Diagnóstico

No existe ninguna prueba determinante para el diagnóstico de la enfermedad de Kawasaki en un niño. Sin embargo, existen varios síntomas que pueden ayudar a los médicos a realizar dicho diagnóstico. Entre ellos, podemos encontrar los siguientes:

  • Fiebre durante más de 4/5 días.
  • Ojos rojos o conjuntivitis.
  • Sarpullido en el estómago, pecho o genitales.
  • Labios rojos y agrietados.
  • Lengua inflamada con una capa blanca y erupciones rojas (lengua de fresa).
  • Glándulas linfáticas inflamadas en el cuello.
  • Taquicardia.
  • Soplo cardiaco.
  • Dolor de articulaciones.
  • Pies y manos hinchados (con posterioridad, estas zonas se pueden pelar).

Es posible que los médicos tengan que realizar pruebas para descartar otras enfermedades como la escarlatina, que presenta síntomas parecidos a la enfermedad de Kawasaki. Otras pruebas que pueden ayudarles a diagnosticar la enfermedad de Kawasaki son las siguientes:

  • Tomar el pulso, la presión sanguínea, la temperatura y el número de respiraciones del paciente por minuto.
  • Comprobar el equilibrio químico en sangre y orina.
  • Comprobar los marcadores de inflamación.
  • Realizar un electrocardiograma (ECG) para medir la actividad eléctrica.
  • Realizar una ecografía (ecocardiograma) para ver la circulación de la sangre por el corazón y comprobar el funcionamiento correcto de las arterias coronarias.

Mediante una ecocardiografía se puede diagnosticar la inflamación de las arterias coronarias, así como cualquier aneurisma que se haya podido producir. Mediante pruebas de esfuerzo o un catéter se puede comprobar la presencia de zonas muy estrechas en la arteria como consecuencia de aneurismas curados.

Tratamiento

A los niños que padecen la enfermedad de Kawasaki se les administra, normalmente, una infusión de anticuerpos (inmunoglobulina) y altas dosis de aspirinas.

Una vez estabilizadas la fiebre y la enfermedad, el niño recibirá el alta y sólo tendrá que tomar una reducida dosis de aspirinas. Este tratamiento durará, aproximadamente, seis semanas o hasta que el cardiólogo compruebe que el corazón no se ha visto afectado por la enfermedad.

La mayoría de los niños se recuperan totalmente de la enfermedad de Kawasaki sin efectos a largo plazo o daños cardiacos.
Los niños que sufren aneurismas de la arteria coronaria reciben un tratamiento a base de anticoagulantes (para evitar la formación de coágulos) como la aspirina o la warfarina.

Algunos niños precisan otro tipo de medicamentos como la nifedipina o el propranolol para reducir los esfuerzos que tiene que realizar el corazón. Los niños que toman estos medicamentos no pueden hacer mucho deporte.

Si un aneurisma se ha curado y la arteria se ha vuelto demasiado estrecha, entonces, es probable que se tenga que volver a ensanchar mediante el empleo de un catéter-balón. Si esto no funciona, se implantará un stent (un armazón rígido) mediante un catéter para mantener la arteria dilatada. Otra opción consiste en realizar una operación a corazón abierto pero, en líneas generales, el catéter-balón funciona y los demás tratamientos son menos usuales.

Cómo afecta a vuestro hijo

La mayoría de los niños se recuperarán completamente de la enfermedad de Kawasaki y no necesitarán ningún tratamiento especial. Los niños que presentan complicaciones cardiacas también deberían recuperarse sin problemas, una vez recibido el tratamiento, a pesar de tener que someterse a revisiones periódicas para comprobar que no hay ninguna complicación adicional.

Autor(es): Children’s Heart Federation
Última actualización: 2009-04-01