Cardiopatías

Las cardiopatías congénitas son la malformación cardiaca más frecuente en el momento del nacimiento. Afectan a ocho de cada mil nacimientos (0,8%) y esta cifra es muy parecida en todo el mundo. A pesar de que una cardiopatía puede ser insignificante y desaparecer con el paso del tiempo, también puede ser una enfermedad muy grave y, por lo tanto, poner en peligro la vida. Aproximadamente, el 40% de las malformaciones son complejas y requieren un cuidado especial, e incluso varias intervenciones quirúrgicas.

Las cardiopatías congénitas pueden tener distintos niveles de gravedad y producir una amplia gama de síntomas. Una cardiopatía congénita relativamente leve se puede transformar, rápidamente, en una sintomática, permitiendo su detección y tratamiento de inmediato. Por otra parte, las cardiopatías graves pueden estar neutralizadas y permanecer latentes durante un largo período de tiempo, hasta la aparición de efectos secundarios, que hacen descartar otro posible enfoque terapéutico.

Las categorías diagnósticas establecidas por la Asociación Europea de Cardiología Pediátrica abarcan más de 2.000 cardiopatías congénitas, que pueden manifestarse de forma aislada o combinada. Por tanto, el tipo de seguimiento y tratamiento variarán en consecuencia. La mayor parte de las afecciones cardiovasculares son leves. Cada niño debe ser tratado individualmente y se informará debidamente, tanto al niño como a sus padres, de la afección que padece su hijo, del tratamiento y de las perspectivas de llevar una vida normal.

No sabemos por qué algunos niños nacen con cardiopatías. Esta enfermedad no es hereditaria, aunque ocurre, ligeramente, con más frecuencia en unas familias que en otras. Aproximadamente, el 20% de los niños con cardiopatías congénitas también padece alguna otra enfermedad congénita. Por ejemplo, alrededor de un tercio de los niños con cardiopatías congénitas tiene síndrome de Down (Trisomía 21). Otros muchos factores (infecciones víricas, medicación, sustancias químicas, etc.) pueden afectar al desarrollo del corazón si se producen en fases clave del embarazo.

Gracias a los tratamientos y procedimientos de diagnóstico mejorados que existen en la actualidad, un número cada vez mayor de niños con cardiopatías congénitas llega a la edad adulta. Este es, concretamente, el caso de los niños que padecen las enfermedades de corazón más graves. Hace unos años, mucho niños hubieran tenido pocas posibilidades de sobrevivir, sin embargo, ahora, pueden tener una vida mínimamente afectada por su enfermedad. Actualmente, la forma en que los propios pacientes perciben la enfermedad y su actitud frente a la misma son los dos aspectos que más influyen en su estado de ánimo ante la vida.